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El Caminar del Compsognathus

Arqueología e Historia

La Legendaria leyenda de leyendas del legendario Enano de la legendáricamente legendaria Uxmal. Primera parte

NOTAS PREELIMINARES

 Se usará un fragmento de “la tierra del faisán y el venado” tal y como está escrito, pero antes habrá algunas aclaraciones: 

1.-Para mayor comprensión, usaré el nombre “Kabah” en vez de “nohpat”

2.-usaré la palabra “aluxes” en vez de corcovados

3.-pondré algunas notas personales en paréntesis para mayor entendimiento

 Bien, comencemos, lectores del Mayab:

 I            

    En el tiempo que no se cuenta, aquella tierra en donde estaban Kabah y Sanahtah(desconozco este pueblo, posiblemente de la región Puuc) era un campo lleno de sementeras y caminos.Los cerros de los Uitzes  florecían y en cada lugar de siembra había una casa de labrador. Nadie sabía de guerras, que estaban olvidadas, desde que el Señor K’uk’ulkaan (kukulcán, Serpiente emplumada de los mayas) vino y fundó Mayapán, la ciudadela de los hombres fuertes y el estandarte de los Mayas.               

 Chichen-Itzá, que era tres veces y una más grande y santa, ya había visto esculpir en sus templos antiguos la serpiente de plumas de oro, que es la señal de Señor de la fuerza y la sabiduría. Los misterios sagrados de los tiempos primeros se vivificaron  con las palabras nuevas del Señor K’uk’ulkaan, que vino del mar grande y por él se fue, sin irse, de la tierra del Mayab, que le había sido agradable, y en donde recibieron lo que enseñó como lluvia del cielo en el campo que tiene sed.             

 Digamos ahora que en aquel tiempo ya era Uxmal, pero no se veía. La vista de los hombres solamente conocía un pequeño templo blanco y una casa blanca, que era la casa del rey, en medio de las sementeras. Esto estaba en el camino de Kabah (existiendo realmente ese camino o sacbé) que era pueblo de gente antigua y numerosa, junto a los cerros de los Uitzes, donde moraban  Aluxes ágiles, que no eran como los demás, por que a veces se mostraban, y a veces iban y venían sin que nadie los pudiese ver. Dicen que, antes de que fuera el Mayab, ya estos hombres habían hecho a Uxmal, para verla y habitarla sólo ellos ¡Quién puede saber si esto es verdad!         

  Uxmal, para todos, era entonces nada más que el pueblo en que vivía el rey en su casa blanca y desde allí mandaba sobre muchos señoríos, porque tenía muchos guerreros y muchas sementeras. Y era tiempo en que el indio del Mayab adoraba en su corazón Al que es el rocío del cielo y el calor del día; pero no levantaban imágenes, como después, cuando ya tuvieron muchos dioses y los nombraban, esto es, cuando fue lo que vamos a decir.            

Vamos decir cómo fue hecha y se mostró, para que los ojos se enorgullecieran de mirarla, aquella Uxmal de la gran magnificencia. Que reinó sobre el Mayab, para que cambiaran los tiempos.  

II 

Oíd, Oíd. Cuando era ese tiempo, dicen los que saben que una vieja hubo en Kabah que hacía sortilegios y hablaba de noche con los aluxes de los cerros. Su casa era una cabaña de tierra y hojas de palmera, en el confín del pueblo, y nadie vivó en ella nunca sino la vieja, desde hace años y muchos años.          

 Esta vieja era la que conocía las hierbas que curan males y los causan, y sabía cocerlas a la luz de la luna, como hacen hoy sus hijos los hechiceros. Y sabía también muchas cosas que nadie supo entonces ni después. Y fue que la vieja conoció un día que iba a morir y quiso tener un hijo. Para tenerlo, fuese de noche a las cuevas de los cerros y allí le dieron los aluxes un huevo grande que ella trajo escondido, y lo puso a incubar bajo tierra.                   

 De ese huevo brotó un niño con cara de hombre, que no creció más de siete palmos y dejó de crecer, Pero era despierto como una ardilla, y desde que nació hablaba y sabía, maravillando a las gentes, La vieja dijo que era su nieto, pues no quiso que rieran de que a sus muchos años pudiera tener un hijo. Sucedió que él había puesto atención en que su abuela no se separaba nunca de las tres piedras del hogar, y cuando iba a salir lo tapaba cuidadosamente. El Enano quiso saber lo que allí había escondido.                

Para esto, como era sagaz y malicioso, imaginó hacer un agujero en el fondo del cántaro, parra que cuando la vieja fuese con él por agua no lo pudiese llenar y tardara mucho y entonces él tuviera tiempo de remover las cenizas del fogón. Y aquel día, mientras la abuela estaba esperando que el cántaro se agujereado se llenara, el Enano fue y removió las cenizas y metió las manos dentro de ellas; y he aquí que sacó afuera un Tunkul(címbalo) de oro. Y fue que lo golpeó con una varita.             

Y el Tunkul resonó con su sonido terrible, como el de un trueno espantoso, que se oyó en toda la tierra del Mayab y la estremeció.Corre y viene la abuela y dice desolada al Enano:

-¿Qué has hecho, infeliz...?           

Y él dice:

-Yo no he hecho nada, sino un pavo fue le que gritó dentro del monte.

Y ya había ocultado presuroso el Tunkul bajo las cenizas. Pero la vieja sabía la verdad y no le creyó. Y toda la comarca estaba en grande alboroto. Digamos ahora por qué. 

Continuará… 

La imagen del Enano de Uxmal es obra mía, pues no he hallado foto alguna de él.