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El Caminar del Compsognathus

Aníbal ¿el orgullo o la perdición Cartago? parte 1

Aníbal ¿el orgullo o la perdición Cartago? parte 1

Uno  de los mayores estrategas militares del mundo, Aníbal fue el personaje más conocido de Cartago, una cultura de la cual sólo quedan unas ruinas, fue inculcado por su padre el odio hacia Roma.

 Cartago era mucho anterior a Roma, cuado Roma no era más que unas cuantas ciudades, no una potencia, Cartago era ya una floreciente metrópolis y la mayor potencia de su tiempo, dominaba el mar mediterráneo y poseía una tecnologia de barcos insuperables, pero Roma, como es famosa de adopatar métodos de varias culturas, adoptó el modelo de los barcos cartagineses gracias a un barco encallado, debido a su "fácil" fabricación, Roma pudo armar una gran flota y despojar a Cartago de los mares, así acaba la primera guerra púnica.

 Aníbal destruyó Sagunto, ciudad Ibérica en el 219 a.c., como medida de tentar a Roma, y fue así: se desató la segunda guerra Púnica, después de esta maniobra Aníbal se decidía atacar a Roma, pero como Cartago ya no dominaba el mar, Aníbal tomó una decisión: cruzar los Alpes y llegar a Roma.

Los ejércitos de Aníbal eran muy equilibrados: mercenarios que lo segían desde hace mucho y estaban bien entrenados,  de varias partes del África y la hispania y una hábil combinación de sus guerreros: soldados ibéricos con su falcata, una espada con ua hoja más ancha en la punta, por lo que al cortar podía arrancar tanjos de carne o dejar grandes heridas, honderos de la Islas Baleares, tan mortales como los arqueros debido a su gran experiencia, jinetes numidas, montando caballos ágiles, rápidos y pequeños para acercarse al enemigo y arrojarles lanzas, retirarse y repetir los pasos, estaban entre sus mejores militares, su grueso de guerreros libios, la famosa Gladius Hsipaniensis, terror de los romanos, los cuales la adoptaron después y su arma especial, la cual le dio la mayor fama y hasta aparecen en las monedas acuñadas de la época: el elefante de guerra, un instrumento de temor, horrorizaba a los europeos, que jamás habían visto un elefante, rompían formaciones, espantaban caballos, era su gran arma, con un grueso de 60000(algunas fuentes dicen 80000)hombres y  aproximadamente 38 elefantes, Aníbal se lanzó a la Hazaña de cruzar los Alpes

La historia continuará en el segunto post.

imagen sacada de: http://www.davidanthonydurham.com/blog/uploaded_images/Spanish%20Cover-724305.JPG

10 comentarios

DinoDetective -

Veo con fortuna y un poco de decepción que no soy el único que no a actualizado su blog. XD

Javier -

chaval que sucede?? la blogosfera te necesita!! te paso mi email, quizás esté bien que nos los intercambiemos: fujur3121@gmail.com

saludos crack!

DinoDetective -

Bueno, si no quieres no.

Mexivenator -

NO he entendido tu llamada, acláralo y lo pienso...

la agonia de mi blog no me preocupa, son momentos repentinos.

DinoDetective -

Maldita sea, vivimos en un MundO demasiado competitivo, y no puedo creer lo que es la gente capaz para destruir a los otros, si teníamos algún rocé, espero que desaparezca, defendemos la misma insignia nacional, vengo a proponerte una alianza, una alianza mexicana.

¿Aceptas?

DinoDetective -

:(

Mexiveantor -

En serio? :O

Koolasuchus -

Siempre me gustó la historia de Aníbal. ¿Sabíais que la princesa íbera con la que se casó es de mi pueblo? xD

Mexivenator -

Inclusive los Honderos de las Islas Baleares fueron adopatados después por el imperio Romano.:o

gracias por las recomendaciones;)

un abrazo!!!

Javier -

Esto sí que es renacer como el ave fénix ;-) !!

La historia, pese a que se diga lo contrario, no conoce la justicia. Algún día, o tal vez nunca, nos daremos cuenta de que la civilización cartaginesa fue tan importante para occidente como pueda ser la griega. Tú mismo lo dices, el hecho de que Roma cogiera todo lo bueno de sus rivales a hecho que se le atribuyan méritos a los romanos que en verdad pertenecen a Cartago.

Sobre Anibal te recomiendo encarecidamente la obra de: Karl Christ de la editorial Herder así como la archiconocida novela de Gisbert Haefs, aunque ésta última más parece ser un llamamiento contra los romanos...

saludos y felicidades por tu afortunado post.

un abrazo de tu amigo!!